Hoy venimos con una nueva entrega del Cuestionario sobre derechos de autoría y otros enredos creativos. En esta ocasión, tenemos con nosotros a Puño, un ilustrador inquieto como pocos que, además, se ha empeñado en enseñarnos a dibujar a todos a través de sus cursos online en Doméstika. Un apasionado de la cultura visual y gráfica que acumula una amplia experiencia en prácticamente todos los campos de la ilustración y que, además, reflexiona sobre su oficio con lucidez e inteligencia. ¡ Ya estoy deseando leer sus respuestas a mi cuestionario!
Pero antes, conozcámoslo un poquito más.

¿Quién es Puño?
David Peña, de nombre artístico Puño, es ilustrador, escritor y formador. Nacido en Madrid, donde pasó su infancia, como buen niño español de los 80, pasando innumerables horas viendo pelis de detectives y de ninjas, leyendo tebeos de superhéroes y después muchas más innumerables horas reviviendo versiones de aquellas historias jugando en la calle.
Puño ha hecho de todo, digámoslo ya. Ha trabajado en publicidad, prensa, libro ilustrado y en cualquier otro ámbito del dibujo que se nos ocurra. Ha creado editoriales digitales y de las otras, como Ultrarradio, en la que publicaron fantásticos tebeos de experimentación estética y narrativa como Mortland, Hundlebert Syndrome o Transdimensional Express. Ha dado conferencias memorables sobre el oficio de ilustrador. Como le encanta enseñar, ha sido profesor del IED Centro Superior de Diseño de Madrid y, en los últimos años, trasciende fronteras y acumula miles de estudiantes de todo el globo con sus exitosos cursos de dibujo en Domestika, donde, militantemente, pretende demoler mitos y enseñarnos que cualquiera, cualquiera, cualquiera, puede dibujar.

En los últimos años, además de en su faceta de formador online, se ha centrado en escribir sus propios libros para los más pequeños. En 2009 recibió el prestigioso premio de la Fundación Santamaría por su libro Ñam y, más recientemente, ha escrito e ilustrado otros libros como El monstruo Malacresta, La niña invisible o Solo para ninjas, su obra más reciente y que acaba de llegar a las tiendas en castellano y catalán de la mano de la editorial SM.
Como véis, David, Puño, es un tipo inquieto. Una de las voces más personales, claras y lúcidas del panorama de la ilustración. Y, por supuesto, un interesantísimo sujeto para nuestro cuestionario sobre derechos de autor.
Si queréis saber más sobre Puño, podéis seguirle en sus cuentas de Instagram, Twitter y Facebook y en su web www.kokekoko.com
Instagram: @punodraws
Twitter: @punodraws
Facebook: @amigoyesteta
Y, ahora ya sí, vamos al cuestionario.
1- ¿Tienes establecida una rutina para trabajar o eres de los que piensan que la espontaneidad es más amiga de la creatividad?
Más que una rutina, lo que tengo son algunas reglas, cada una de ellas más o menos flexible. Por ejemplo, me cuesta mucho resolver un dibujo de día. De noche todo fluye y trabajo infinitamente más rápido. O cuando escribo, que no puedo leer libros. Después de tantos años trabajando, uno va acumulando trucos o procesos para llegar a ese nivel de concentración necesario para que todo fluya lo mejor posible. No afeitarse, comer a deshora, no salir de casa, hacer ejercicio al amanecer… Son peculiares, pero no los contradigo porque sé que me funcionan.
2- ¿Cuál es tu espacio favorito para trabajar?
Cualquiera que me dé paz: la hamaca, la playa, la ducha, el parque, el avión… Lo que odio es sentarme delante del computador, siempre es la parte menos atractiva del proceso.
3- ¿Has recibido formación en propiedad intelectual a lo largo de tu carrera ? ¿Crees que debería ser una asignatura obligatoria en los estudios formativos de las profesiones creativas?
Yo la he recibido por mi cuenta, porque he tenido la suerte de ilustrar durante diez años los artículos sobre propiedad intelectual del abogado Javier González en la revista Visual. También me ha servido mucho la información que he recibido de las Asociaciones Profesionales de Ilustradores, que prácticamente han sido durante años nuestra única fuente de conocimiento sobre el tema. La legalidad siempre debería ser una asignatura obligatoria, no solo en la formación creativa sino también en la empresarial. ¡Y más en España!

4- ¿Has tenido alguna vez algún problema relacionado con tus derechos de autoría? ¿Nos lo cuentas?
En numerosas ocasiones. Desde aquella vez que descubrí sin querer una trama de alguien que modificaba JPGs que descargaba de los portafolios de otros ilustradores y los vendía como propios hasta hace poco que vi que un fotógrafo había cobrado una pasta gansa por exhibir una fotografía de uno de mis dibujos.
5- ¿Cómo crees que está afectando a tu sector la pandemia del coronavirus? ¿Ha influido esta pandemia en tu forma de crear?
Está afectando bastante, una cosa terrible. Hay dibujantes que me dicen que llevan sin encargos desde marzo. Los proyectos editoriales que ya estaban en marcha han tenido que bajar el PVP y por lo tanto, los royalties también descienden. Hay menos dinero y más incertidumbre.
La forma de crear también ha recibido una buena paliza. Es muy difícil escapar de la ciudad para encontrar inspiración, uno ve a menos gente, que siempre es una fuente de estímulos, pasa todo el día en casa… Apetece mucho menos sentarse en la mesa de trabajo.
6- ¿Cuál es el problema legal que con más frecuencia encuentras en tu trabajo?
Más que un problema, es un vacío: no existe una regulación de las condiciones del trabajo independiente como ocurre con el asalariado. Es normal que uno tenga que trabajar por ejemplo en festivos, en Nochebuena o cuando se le ha muerto la abuela, o pasar tres noches sin dormir de viernes a lunes para cumplir con un plazo.
7- ¿Perteneces a alguna entidad de gestión o asociación profesional?
No.
8-¿Crees que el público valora realmente el trabajo creativo que hay detrás de las obras que consume?
En absoluto, ni en el ámbito creativo ni en ningún otro. La abundancia nos ha vuelto insensibles.

9-Siempre asusta un poco negociar los contratos. ¿ Qué tácticas utilizas para hacerlo más llevadero?
Ser honesto y flexible me ha ayudado siempre a conseguir lo que yo quiero.
10- ¿ Tienes miedo de que te copien o te roben tu trabajo? ¿Tomas alguna medida para protegerlo ?
Miedo no, siempre hay alguien aprovechándose de tu trabajo y es algo con lo que hay que convivir hoy en día. Una vez uno conoce la técnica y maneja las herramientas, dibujar es fácil. Lo difícil es pensar las ideas, y esas son más difíciles de proteger legalmente. Apropiarse de la gama de colores que otro ha investigado, de ciertos recursos, de algunos temas, es una práctica completamente habitual ahora mismo. Yo suelo publicar online muy poco de lo que hago. Ahora te pones a investigar, miras unos cuadros de hace 400 años, te fijas en unos frisos árabes, lo mezclas, encuentras una línea, algo fresco, subes una imagen y en una semana hay veinte vivos que han hincado sus colmillos en todo ese esfuerzo. Ves que tienen doscientos mil seguidores, que han hecho una docena de ilustraciones basándose en ese espécimen tan especial que uno se ha traído de la jungla después de abrirse camino a machetazos lejos de la transitada autopista y encima las han publicado en un periódico gringo o en la web de una empresa global. Y ya está, tú te lo trabajaste y otro se lo llevó, por pobre, por feo y por tonto, porque así es como se acaba sintiendo uno.
11-¿Qué obra ya existente te gustaría adaptar a tu campo de trabajo?
Me encantaría adaptar cualquier historia de terror para niños.
12- ¿Nos recomiendas un libro o un documental inspirador?
El documental Tim’s Vermeer (Teller, 2013), que opina como yo: no existen las trampas a la hora de crear.